viernes, 26 de septiembre de 2008

¡DESPIERTATE! ¡VAMOS!


¡Despiértate!¡Vamos! ¿Cuánto tiempo lleva tu vida dormitando?
¡Ah, como te complaces en dejar pasar tus días recostados en la Nada!
Horadando en malos pensamientos que a tu voluntad van orinando
Como si fueras un monito encerrado al que le arrojan sus bananas
Y dice gracias con su cabecita sólo llena de cantares desterrados.

¡Despiértate holgazán! ¡Arriba! ¡ Allí afuera la vida desnuda está esperándote!
¿ Qué eres demasiado viejo? ¿ Qué eres demasiado joven? Ahí lo importante ¡Qué aún Eres!
¿Por qué permaneces demorado, con las manos atadas en tu propia cárcel naufragante?
¿ Acaso ya te has dado por vencido, suponiéndote en un laberinto de fracasos estridentes?
¿ Qué la vida es una basura nauseabunda, repleta de dolores y olores asfixiantes?

¡ Sí, ya lo sabemos! ¡ El mundo está repleto de horror! ¡ Esta tierra es un gran manicomio!
Basta que eches un vistazo a la Historia para contemplar la repetida comedia del desconsuelo
Sólo hace falta leer los diarios, sus páginas que chorrean tinta de sangre, injusticias y alboroto
Basta que asomes tu mirada a esos seres que ante ti transcurren atormentados como muertos
Para ver la metáfora decadente de un tiempo, en el que los grandes valores del hombre son un estorbo.

¡ Despiértate remolón! ¡ Ese mundo nauseabundo también está plagado de flores y de gente buena como tú!
Es hora de que despiertes de entre las ruinas de tu existencia que son las mismas ruinas del mundo
Abre los ojos a tu alma y a la fuerza de tu razón para reconciliarte con tus ilusiones y tu plenitud
Mira el sol que te mira y te recuerda que estás vivo a través de sus rayos quemantes y fecundos
Y fúndete y recupérate y abre los brazos a la naturaleza que busca resucitarte a través de su luz.

¡ Despiértate! ¡Vamos! ¡Ya mucho tiempo has perdido con la cabeza metida en un cesto de basura!
Tienes mucho por hacer por decir por protestar por correr hacia las cumbres que tu alma necesita
Olvídate de ese viejo monito encarcelado y conviértete en un rugiente león hambriento de pasión y de locura
Saca tu cabeza a ese mundo que se disuelve y grítale que tú no estás dispuesto a morir con su agonía
¡Que aún estás dispuesto a batallar por una aurora en la que todo despierte de su histórica impostura!


Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

GROENLANDIA










Te derrites, encapsulada por el fuego te derrites
Sojuzgada por la ingratitud y el desconcierto vital.
Lejana, enigmática, divisada por Eric El Rojo
Como un punto divino colgando en la eternidad.
Herida, aguardando en silencio tu trastocado decoro
Como metáfora irredimible de nuestro tiempo mortal.

De tus piernas va escapando hacia su laberinto
El iceberg que atraviesa y maldice su crepúsculo.
Gota a gota, segundo a segundo
Acariciándolas escapan las ballenas y sus vuelos difusos.
De ti van desprendiendo secretos milenarios
Atardeceres eternos, nostalgias que flotan, desconcertantes.
Entre ellas discurren siglos y expatriados vendavales.
Por tus muslos glaciares bajan, horadan y sucumben
Pobladores de madera, de piel curtida y sonrisa de bacalao.

Te derrites, isla de leche, te derrites hambrienta, acorralada
Extrañando tu longevo canto y tu mirada grave y desnuda.
Hecha nube, hecha purgatorio, barcaza incendiada
Que naufraga hasta estallar con su último y doloroso viento:
Allí estarán ciertos hombres, ambiciosos con tu nueva fisonomía
Listos para robar tu virginal tesoro, listos para birlarte el oro negro.

En tu cuerpo va desgarrándose la esencia de este mundo
Tus senos milenarios, arrojados al deshielo por la producción.
De tu rostro febril y agrietado van exiliándose las esperanzas
Para sucumbir en la deriva de un nuevo siglo, hostil y sin razón.

Te derrites, encapsulada en las llamas te derrites
Y nunca volverás a ser igual, nunca volverás a parecer eterna.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

ALERTA (NUCLEAR)













Sustentándote en un mundo infeliz
Construyes tu refugio, para reír de vez en cuando.

Lo haces de madera, con finas lonas y un candelabro oxidado.
Lo cubres de pestañas, de suspiros, lo decoras con canciones.
Allí fuera llueve, trona, mueren , aletea la sangre, falta el oxigeno vital.

Encerrándote, mirando la vastedad de tu alma que huye del cansancio.
Sintiendo tu respiración como nunca jamás la habías sentido, casi divina.
Pensándote, retornando a épocas errantes y difusas como un explorar fascinado.
Viviéndote en la paz, equidistante del aguacero, del naufragio universal que se avecina.

Lo haces de piel dura, dibujas sus paredes como un Miguel Ángel extasiado.
Lo ordenas como un hormiga distante del remolino, de su antigua tribu enloquecida.
Afuera llueven balas, caen bombas desde el cielo, relampaguean poderes siniestros.

Pero vienen por ti, tú no lo sabes, pero el agua vestida de pólvora se aproxima.
Tanques atravesando el desierto, aviones cubiertos de barro celeste, hombres luciérnagas.
Tú no lo intuyes, pero el núcleo destructivo acelera sus horas: en su punta también está tu nombre.
Vuelas junto a Mozart, te ríes de Schopenhauer, alerta: tiembla tu refugio, escuchas estridencias.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

HORA ZERO


Hora cero.
Hoy los noticieros del mundo no han hablado de ello.
Han preferido hablar de Bill Gates, del precio del petróleo
De los juegos olímpicos.
Han mostrado la fortuna del señor Slim
Los senos ardientes de una actriz a la moda.
Hora cero.
Hoy no se ha llenado la pantalla de esa pólvora.

Hora cero.
Parece que un nuevo tifón se aproxima sobre alguna costa
Lejana, tanto que si no fuera por ello
Nunca hubiéramos sabido de su existencia.
Conflicto entre Rusia y Georgia, enfrentamientos:
Los noticieros hablan de tres mil muertos.
Hora cero.
Un periodista en alemán habla sobre la crisis financiera.

Hoy los noticieros del mundo no han hablado de ello:
Medio Oriente no ha existido.
Un robot con corazón artificial
Cumple los mismos movimientos que un niño.
Evo Morales ha salido victorioso
Tras el referéndum en Bolivia: seguirá presidente.
Hora cero.
Parece que hoy no ha muerto nadie en Irak.
Y todo tiene que ver con todo.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

SILENCIO DE TI


Ah, el silencio, la fría antorcha que corroe mi existencia
Silencio de pájaros heridos, de hojas secuestradas por el viento
Silencio de corazones dibujando la ciudad a cuentagotas
Silencio de ti, de tu boca pulposa y ardiente como un durazno.

Ah, me enloquece pensar en tus piernas gritando
En las tristes manzanas que son devoradas por el tiempo
Yo quiero y maldigo el silencio gris de las estaciones
Cuando la partida del tren quiebra mi paz y dice tu nombre.

El cielo es una gran linterna donde duermen las luciérnagas
Que prenden y apagan haciendo ruido en la noche mojada
Y yo creo verte cantando y salpicando mi cogito
Para llevarme a la oscuridad donde moran los coliflores.

 Ah, el silencio, esa postal sagrada que se enciende
Cuando lo vacuo e indoloro se escapa de puntillas por el asfalto
Ah, el silencio, trayéndome tus pechos a la boca de mi memoria
Y tocándome los pies como un terremoto en la estratosfera.

Ah, tus nalgas hechas a la perfección por tus padres sedientos
Son como dos camiones chocando de frente en la Antártida
¡Qué estupor! que fabuloso brillo resurge en mi garganta
Cuánto fuego derretido que me regresa y me tumba perplejo.

El cielo es un bello lugar para los que habitan en los faros
Que dan la señal para que no colisionen los barcos y trenes
Esos que pitan en la estación tu olor silvestre y empapado
Y que perturban mi silencio y apagan la antorcha en mis sienes.

Ah, que bello silencio cuando logro arrancarte de entre mis piernas
Silencio de río deshidratado, silencio de frutas lamidas y mordidas
Silencio de besos que atraviesan y apagan la ciudad a escondidas
Silencio de ti, de tu cuerpo sudando en un vagón sin fronteras.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

TE VI NEVAR


Yo te vi nevar sobre la cordillera ausente.
Yo te vi confundida entre los astros y el desvelo.
Y te vi agolpada en las cuevas milenarias
Donde la poesía de algún dios estableció su aliento.

Yo te vi crepitando, envuelta en tierra andina y música verde
Musgando en la desolada inmensidad tu mísero calvario.
Te vi despavorida y silvestre entre las rocas y sus fuegos
Gimiéndole a la noche fugaz tus ancestrales tormentos.

Yo te vi y tú me viste, fundido en embarcación y desbocado.
Y me viste envuelto en la aurora hecha de madera y espejos
Mirándote caer desde las cumbres inexploradas e infinitas:
Yo te vi nevar sobre mi pecho, derretida, hecha agua entre mis versos.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO.

TÚ NO ERES FELIZ


Tú no eres feliz, ni tu boca es feliz
Ni tu vagina es feliz, ni tu lengua es feliz.
Habitas en la realidad escapando
A sus sentencias más desoladoras y absurdas.
Tú no eres feliz recostada en el pavimento
Ni durmiendo con un oso polar en penumbras.
Transitas por ese espacio donde la rutina
Consigue a tu deseo absorber y derretir.

Tú no eres la que habías imaginado
Cuando todavía utopizabas y volabas.
Ahora la vida mundana te impone su dureza
Y sus límites te censuran la sonrisa.
Jamás habías sospechado que el amor
Podría emparentarse con la costumbre
Y que de tanto bostezar las arrugas
Empezarían a agrietar tus nalgas y tu alma.

No eres feliz, y ya ni siquiera intentas cavilar
Que podrías atreverte a serlo.
No digo totalmente, sino a cuentagotas
Con un beso prohibido en algún callejón
O quizá corriendo desnuda por un parque
Para desacostumbrarte al encierro.

Tú no eres feliz, y eso, aunque me cueste comprenderlo
No te impide seguir viviendo.
Pero dile a tus piernas angustiadas
Que consideren retornar con velocidad a mis brazos
Para enroscarlas sobre mi cintura, y así deshacer
Tu presente helado y polvoriento.

Rodrigo Grion, de la obra MUNDO INVERTIDO 

EL POEMA DE SARTRE (Fragmento)

 
   La enfermera que lo atendió en sus últimos días jura que el filósofo escribió un poema a modo de despedida.
Sus biógrafos lo desmienten. Simone De Beauvoir –la compañera de toda su vida- nunca se atrevió a responder ese enigma final. El poema nunca apareció. La enfermera jura que el más notable pensador del siglo XX lo tenía guardado, como un último secreto, debajo de su almohada. También jura y perjura que leyó rápidamente algunos versos del mismo, cuando por un descuido cayó al piso y tuvo que con rapidez devolvérselo a su creador, furioso de que pudiera ser leído antes de que partiese. ¿ Qué alcanzó a leer del poema? , se le preguntó en reiteradas ocasiones. Contestó que el poema no era muy largo, que tendría unos veinte versos, y que lo único que pudo leer con claridad, en medio de una letra casi ilegible, fue su titulo: La existencia, la soledad y la muerte.
   Jean Paul Sartre no escribía poesía, o al menos, si lo hacía, nunca se atrevió a decirlo, y menos, a mostrar alguna de sus composiciones. La enfermera jura que le preguntó tras devolverle el poema, ¿ Lo escribió usted?, para corroborar que fuese de su autoría y no-quizás-un poema escrito por el joven J. L. “ Lo escribió mi vida”, habría respondido el filósofo apretándolo entre sus manos.
Dos días mas tarde, moría en esa misma cama, y quizás el siglo, empezaba a morir con él (...).

Rodrigo Grion, de la obra ARABY CHANNEL BAIRES.